Calificación de Riesgos
QUE ES UNA CALIFICACIÓN DE RIESGO?
La calificación de riesgos es una opinión profesional, fundada e independiente, sobre la capacidad de una Institución Financiera, de una Compañía de Seguros, de un emisor o una contraparte, de cumplir con sus obligaciones contractuales. Es de alguna manera el riesgo que representa mantener relaciones comerciales, contractuales o inversiones con una contraparte, sea esta una entidad del sector financiero, real o de servicios.
La opinión parte de una evaluación de las empresas, en relación con aspectos cualitativos (plana ejecutiva, gestión de riesgos, controles, mercado, gestión comercial, otros) y cuantitativos (indicadores financieros), siendo el principal objetivo de la clasificación de riesgo, proveer a los inversionistas de una opinión clara, estandarizada (escalas) y oportuna respecto a la calidad crediticia (probabilidad de que se realice un oportuno pago del capital e intereses) de los instrumentos ofrecidos en el mercado, incluyendo además su capacidad para afrontar eventuales problemas o cambios en el entorno.
Según el caso, la calificación de riesgo apunta a conocer además las garantías, avales u otro tipo de provisión especial contemplada y resguardos para los tenedores de los instrumentos.
En nuestro país, las escalas que se aplican son: AAA / AA / A / BBB / BB / B / C / D / E, donde AAA es la mejor; C se advierte la imposibilidad de pago, D es incumplimiento efectivo, y E corresponde a falta o incumplimiento en la entrega de información para la calificación. Entre AA y B, se utilizan signos (+) o (-) para distinguir posiciones relativas de riesgos dentro de una misma calificación (Ej.: A+ es ligeramente una mejor categoría que A y este a su vez que A-).
Adicionalmente, para títulos de corto plazo, se utilizan las siguientes escalas: N-1 / N-2 / N-3 / N-4 / N-5, donde N-1 es la mejor, N-4 se advierte la imposibilidad de pago y N-5 falta de información.
Todas las categorías llevan el prefijo py, para distinguir que se trata de una calificación a escala nacional. Las calificadoras utilizan a partir de sus análisis y proyecciones, una TENDENCIA probable de la calificación, que puede ser Positiva (se estima que puede subir), Estable (se espera que se mantenga) y Sensible (existen factores que podrían incidir en una baja de la calificación en el futuro).
QUÉ OFRECE
- Mejores condiciones en los términos de la colocación de sus valores.
- Mayor liquidez de los valores desde el punto de vista de los inversionistas.
- Mayor prestigio institucional por la información al mercado.
- Base ampliada de inversionistas dispuestos a participar gracias a la mayor información objetiva disponible.
- Lograr una adecuada clasificación de riesgo facilitará menores costos financieros, mayor liquidez en los instrumentos que se estén cotizando y el interés de inversionistas de participar en el propio capital de la Empresa.
- Contribuir a una mayor transparencia y uso de la información en el mercado.
- Crear una cultura de riesgo en la inversión diferente a la rentabilidad y a la liquidez.
- Brindar una mayor eficiencia al mercado al posibilitar fijar la rentabilidad de los títulos en función del riesgo implícito de los mismos y tener parámetros comparables en alternativas similares.
- Facilitar a los inversionistas institucionales diseñar portafolios de inversión balanceados de acuerdo con el riesgo.
- Define umbrales de inversión (límites mínimos, normativos y de políticas de Inversiones).
- Mejora la calidad y profundidad de la supervisión.
- Posibilitar la ampliación del número de emisores e inversionistas que acuden al mercado público.
- Es una herramienta de análisis para instituciones ya que proporciona insumo para el análisis interno adicional o complementario.
QUÉ NO ES UNA CALIFICACIÓN DE RIESGOS
- La calificación de riesgo no constituye una sugerencia o recomendación para comprar, vender, mantener un determinado valor o realizar una inversión, ni un aval o garantía de una inversión, emisión o su emisor. Tiene la función específica de brindar una opinión especializada e independiente al mercado.
- Las calificadoras no realizan auditorías, aunque sí utilizan como insumo los reportes de auditoría externa y de los Organismos de Supervisión. Su labor es proporcionar información al mercado sobre la capacidad de pago de la empresa o de los instrumentos emitidos por ella.
- Las calificadoras no realizan tareas de consultoría o de asesoramiento a las empresas calificadas .